En el anterior post de este blog, nos metimos en el mundo del vodka, viendo cómo algunas marcas lograron añadir un toque emocional a través del packaging y destacando un incremento en las ventas, consolidándose así como líderes en sus categorías. (Si no lo leíste, acá lo tenés ;))

Pero siendo sinceros, el desafío real para muchos empresarios es destacar cuando su servicio o producto parece ser tan común como el resto del mercado. En estos casos, vender un producto depende de la verdadera diferenciación, que se vuelve todo un desafío. 

Viajemos en el tiempo hasta 1957, cuando el publicitario Donald Gilles enfrentó la pregunta aparentemente imposible de posicionar una marca de chocolate llamada KitKat. Gilles entendió que hablar simplemente del sabor no sería suficiente; después de todo, una barra de chocolate es una barra de chocolate. 
La brillantez de Gilles estuvo en ver más allá de los atributos del producto y explorar su historia.
Así, descubrió que KitKat, ese “chocolate con forma de 4 dedos”, nació para ser el aperitivo perfecto para los descansos laborales, una respuesta a la necesidad de los laborantes de disfrutar de algo dulce durante su tiempo libre.
“¡Tomate un descanso, tomate un KitKat!” se convirtió en el slogan pegajoso que capturó la esencia de la estrategia de Gilles. En lugar de competir en sabor, KitKat se posicionó como el compañero ideal para esos preciados momentos de pausa. 
Esta historia nos sirve de ejemplo para recordar que el mejor posicionamiento de marca, a menudo implica adentrarse en el contexto del cliente potencial. ¿Con qué objetivo? Convertir tu producto en la elección natural cuando llegue el momento adecuado. 
¿O acaso la cerveza Corona no se adueñó simbólicamente de las playas? Este es uno de muchos casos modernos de estrategia de comunicación bien aplicada. No es una cerveza más, sino una experiencia completa de verano en la playa, bajo el sol. 
Así que, queridos amigos, la moraleja termina siendo clara: cómo comunicas el valor de tu marca, es clave. Incluso si tu producto o servicio parece ser una mercancía. 
Ser consciente de este desafío, implica prestar más atención a la elección creativa para solucionar el problema de comunicación. Tu producto puede ser común, pero tu enfoque de comunicación puede ser extraordinario. 
¡Nos leemos en la próxima!

 

 

Comentar