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En el año 210 AC, un general chino llamado Xiang Yu condujo sus tropas a través del Río Yangtze para atacar el ejército de la dinastía Qin.

Tras hacer una pausa para dormir, sus tropas despertaron por la mañana encontrándose, para su horror, con sus barcos quemándose.

Los soldados se prepararon rápidamente para pelear contra los atacantes, pero pronto descubrieron que era su líder, Xiang Yu, quien había incendiado sus navíos y ordenado, además, destruir todos los elementos para cocinar.

Xiang Yu les explicó a sus hombres que, sin barcos ni recipientes para cocinar, no tenían otra opción más que pelear su camino hacia la victoria o la muerte: Había eliminado cualquier posible distracción.

Yu nunca ha sido uno de los generales chinos favoritos (es comprensible), pero tuvo un efecto de enfoque tremendo en sus tropas: ganaron nueve batallas consecutivas, borrando completamente las principales unidades de fuerza de la dinastía Qin.

Este hecho histórico demuestra lo importante que es, en el día a día, no despistarse y poner la atención en un objetivo. 

Aunque parezca una obviedad, en un mundo tan globalizado y saturado de información, es de vital importancia tener la capacidad de enfoque.

Gracias a internet, el consumo compulsivo de información se ha naturalizado.

Cada vez que tenemos una duda, una inquietud o una necesidad, acudimos a google o cualquier otro buscador para solucionarla. 

Pero hay tanta cantidad de noticias que, en ocasiones, se nos atraganta y nos sentimos incapaces de procesarla adecuadamente.

Por eso hoy te quiero hablar de lo que nosotros llamamos INFOXICACIÓN. 

Seguramente se trate de la “enfermedad pyme” del siglo XXI. 

Es la incapacidad por parte de las empresas, de profundizar en nada y saltar de una cosa a la otra. 

Es el working interruptus, el resultado de un mundo en donde se prima el todo por encima, frente a lo que realmente importa.

A niveles empresariales, consiste en el temor a no estar actualizado, a no aprovechar algo que quizá sea importante para los intereses del negocio.

¿Y cómo puedo reconocer si mi pyme está infoxicada?

En alguna ocasión te puede haber pasado que, por ejemplo, has intentado crear un blog para tu empresa, o sostener unas redes sociales actualizadas bajo la premisa “hoy todas las empresas tienen que estar en internet". 

Ahí es cuando te das cuenta de que ponerte a crear contenido propio te lleva más tiempo del esperado, y que mantener actualizados tus canales de comunicación no es moco de pavo. 

Ante la falta de tiempo que puedes dedicar a temas que no consideras principales para tu negocio, comienzas a buscar información relacionada con tus productos y servicios con la idea de utilizarlas a tu favor. 

En el mejor de los casos, tomas ideas al azar que vas publicando sin un orden lógico, simplemente porque te parecen interesantes. O quizá replicas una dinámica promocional que, a priori, puede parecer que nos traerá algún beneficio. 

En el peor de los casos, con el pasar de los días, abandonas la iniciativa, dejando tus canales de comunicación digitales a la deriva.

Es aquí cuando te planteas si contratar a alguien es una buena opción, o incluso si uno de tus empleados podría llevar adelante este tipo de labores.

Recuerda esta frase: “Lo inmediato supera lo importante”.

Si necesitas ayuda porque sientes que tu pyme está estancada, porque lo cotidiano te supera y no te permite crecer, entonces estás infoxicado.

Un síntoma claro para reconocer la infoxicación, es acostumbrarse al consumo por inmediatez. Si te resultan familiares las palabras “urgente”, “ya” y “ahora” ¡Que salten las alarmas!

7 Formas de evitar la infoxicación digital

Ludwig Mies van der Rohe es reconocido como uno de los pioneros de la arquitectura moderna. 

Fue uno de los principales “influencers” del estilo minimalista, que consiste en conseguir objetivos minimizando todo lo posible el número de elementos. 

El acuñó la famosa frase “menos es más”. Es preferible que haya menos elementos, pero que sean los adecuados. 

Aunque el origen de la infoxicación está en la enorme cantidad de información que existe en Internet, la responsabilidad de padecerla o no, es solo nuestra. Por tanto, somos nosotros mismos los encargados de tener en cuenta algunos de estos filtros saludables:

Que tu pyme hable en una suerte de “dieta informacional” no es una labor sencilla, pero tampoco es imposible.

No te enfermes de infoxicación, la información sin ningún criterio es ruido, y el ruido molesta, no atrae.

Ahora que ya sabes lo que es la infoxicación y conoces las formas de evitarla, tienes 2 opciones:

1- Usa la técnica del avestruz, ignora el problema con todos los riesgos que ello supone y sigue apostando al modelo de trabajo que has venido haciendo hasta ahora.

2- Saca la cabeza, mira a tu alrededor y toma ventaja sobre los demás. Empieza a transformarte en una Smart Pyme que evoluciona, cambia y se adapta a su entorno sacando el máximo provecho.

¿Crees que necesitas una guía o un apoyo para dar el salto?

Ponte en contacto con nosotros, te ofrecemos una consulta telefónica gratuita para conocer tu negocio, orientarte y porqué no, ayudarte a transformar tu pyme en una Smart Pyme.